La alimentación y el estado nutricional afectan la salud de los individuos de un modo significativo. La importancia de la alimentación y de conservar un estado nutricional adecuado es, si cabe, mucho más indispensable en el caso de los ancianos.
Una alimentación adecuada a la persona mayor tiene que proporcionar los elementos esenciales para la conservación de un estado de salud óptimo, y para controlar las eventuales enfermedades crónicas que pueda poseer el paciente. De este modo, la composición en proteínas, hidratos de carbono y grasas en la alimentación debe conservar proporciones y composiciones concretas, así como resulta importante además el suficiente aporte en vitaminas, calcio, hierro y otras oleaginosas y minerales. La ingesta de líquidos será asimismo fundamental para mantener un buen estado de hidratación en las personas mayores.
En los pacientes geriátricos los estados de carencia nutricional y malnutrición son muy habituales, tanto por los inconvenientes intrínsecos de masticación como por problemas en el autocuidado si viven solos, o por una baja del hambre relacionado con dolencias y afecciones tanto físicas como psicológicas.
Muchas veces, aun ingiriendo una cantidad de alimentos que podría pensarse que es suficiente, los ancianos pueden presentar malnutrición por la composición de los alimentos ingeridos. Por ese motivo, en los casos en que se observan anomalías en la proporción de los nutrientes, puede suceder que aún con una dieta abundante haya estados nutricionales precarios por el exceso en ciertos nutrientes relacionado a la ausencia en otros.
Las soluciones para subsanar los déficits nutricionales pueden ser múltiples y diversas. Si deseas saber más, tendrás la posibilidad de aprender todo acerca de la alimentación del paciente anciano con el curso de nutrición geriátrica que te brinda Deusto Salud
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