Monday, June 11, 2012

Puertas correderas para ganar lugar

Las puertas correderas permiten aprovechar el espacio que se precisa comúnmente para abrir una puerta convencional. Pero a la vez otorgan otras muchas posibilidades interesantes.



En vanos ubicados junto a una escalera, la puerta corredera es una cuestión de seguridad: como la hoja se desliza hacia un lado, al abrirla no se corre riesgo de golpear a la persona que suba o baje. El único inconveniente de las puertas correderas que se deslizan paralelas a la pared es que ese tabique no puede aprovecharse para poner muebles o pinturas.



En baños de pequeñas dimensiones, las puertas correderas son la mejor opción, ya que posibilitan ganar todo el espacio del recorrido de una puerta abatible, marcando la diferencia entre circular con fluidez en un cuarto de baño pequeño o tener que cerrar la puerta para pasar del inodoro hacia la ducha.


Asimismo, sirve la puerta corredera para dividir el inodoro del resto del cuarto de baño. Sobre todo, cuando se pretende que varios integrantes de la familia puedan usar a la vez el cuarto de baño.


Una puerta corredera que quede a la vista dispone de un gran valor decorativo, sobre todo cuando es de grandes dimensiones. El acabado solamente depende de tus preferencias: la madera resulta amena, mientras que una hoja lacada en un color intenso, como el rojo, se transforma en un punto focal atractivo: una corredera vistosa puede separar estancias en un espacio y agregar dinamismo a la decoración.

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